El Senador de Nuevo León Waldo Fernández expuso que la Reforma al Poder Judicial implica una profunda transformación al Sistema de Justicia que es actualmente obsoleto, corrupto y machista.
Fernández expuso que los partidos de oposición hoy defienden un cambio en el Poder Judicial, pero “en justicia hay que decir que cuando tuvieron la oportunidad no lo hicieron, agravando la condición de insatisfacción de la ciudadanía”.
Sobre la situación actual de dicho Poder, el Senador dijo que “es justo mencionar que se han dictaminado 258 mil tesis y jurisprudencias por parte de la Corte, de las cuales sólo 238 tienen que ver con derechos económicos y sociales, pero más de 13 mil tienen que ver con intereses empresariales. Evidentemente estamos ante una gran injusticia. También es justo decir que hay procedimientos de sanciones internas en el Poder Judicial pero, en justicia, hay que señalar que estos procedimientos están a cargo de magistrados o secretarios del mismo poder”.
Fernández agregó que “en justicia hay que señalar que el trámite es lento y requiere pruebas documentales de hechos que suelen suceder de manera oculta y sin testigos. Hay que señalar que es justo decir que hay procedimientos internos a través del Consejo de la Judicatura para hacer las investigaciones pertinentes, pero, en justicia, estos procedimientos son tan tardados y que cuando se acredita la conducta infractora ya prescribió el delito”.
El Senador subrayó que la justicia en México es percibida por los ciudadanos como costosa, elitista lenta pero, sobre todo, corrupta. Destacó que en Nuevo León “un juez de distrito, ustedes que hablan tanto de la división de poderes, le dio una orden al Congreso Local para poner un gobernador interino ¡un juez de distrito violando la Constitución en mi estado! Un año y medio después, un ministro en la Corte decidió resolver una controversia judicial para la designación de un fiscal ¡un año y medio estuvo en Nuevo León, un estado pujante, sin certeza jurídica!”.
Fernández añadió que México gasta más en sueldos de sus ministros que Canadá, Estados Unidos, Alemania y España, y que, a diferencia de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, el Judicial no garantiza la paridad pues sólo el 23.6% de los magistrados son mujeres.
Por último, instó a los senadores a transformar un sistema obsoleto en uno que reconstruya el tejido social y darle a cada quién lo que es justo.

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